sábado, 9 de agosto de 2008


Puertas dentro de otras, ventanas que concluyen en la nada, pasillos intransitables al fin, y relojes, aquellos eternos relojes, todas daban horas distintas, uno de ellos contenía lo inevitable, la extinción, el cese de todo movimiento material, de toda función primordialmente básica, que detendría el proceso física vital.
Finos hilos entrelazados, unos contra otros, a través del espacio, cada uno vibraba una nota básica, un sonido que combinado daría una melodía, una música, que sería eco de los tiempos, para siempre, para la bella esperanza del eterno retorno, como única posibilidad de sentirse eterno, los hilos comenzarían a cortarse, a ser cada vez mas imperceptibles, todo me separa de allí, una campana, una voz, materna, femenina, suave, dulce, la gran puerta, que separa éste de otros mundos paralelos, insuperables.
Ser inmortal?
No. Creo que llevamos algo de eternos, pero la forma encadena al alma.
Sentidos aferrados a sentimientos propios del ser.
Espejos reflejando instantes imperdonables.
Voces, todas juntas, todas pidiendo, negando, exigiendo, pero aquellas voces también dejarán de ser, para pasar a formar parte de un ciclo, pequeño, demasiado como para compararlo a un abrir y cerrar de ojos pesados, de sueños infinitos, de palabras cada vez mas lejanas.
Cierro la puerta.
La última, para volar, para partir, pronto, muy pronto. Pero mi huella permanecerá, y la magia, la ilusión condenará a la ciencia, como un simple juego de niños extraviados...
El cielo tan parecido a la tierra, todo en todas partes, nada será igual, los ojos que solo perciban, hallarán leyes rígidas, sin motivos, carentes de aquellos que te estallan el corazón.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Baw, kasagad-sagad sa iya ubra blog!

Lau dijo...

Parece que alguien se animó a ver más allá de lo que ven los ojos, más allá de lo palpable, más allá de lo que la razón nos dice...

Cada minuto que pasa , nos acerca irremediablemente hacia esa última puerta.A mí me cuesta imaginarme ese momento como cercano, como posible realidad.

No sé del destino de tus huellas , pero lo que yo puedo afirmar es que dejas marcas en el presente en forma de letras.
Qué bueno que escribas,qué bueno poder leerte.
Besos, q tengas un buen día.

Anónimo dijo...

vaya...es como cuando escucho un buen blues al estilo quijote, sos ta enorme e tus letras que es inevitable quedarse al otro lado de la puerta...
sigo tus huellas massi, contagiame por favor, mi marcha está debil como mi sentir.
besos!!